El edil del Partido Nacional Alexandro Infante expuso en la última sesión de la Junta Departamental sobre los nuevos mecanismos de participación ciudadana. En ese sentido indicó «debemos innovar donde el sistema político no se anima, no permitiendo que los avances de la tecnología y el conocimiento derrumbe verdades absolutas y son esos avances los que están hoy moviendo a los ciudadanos, es una presión que el sistema democrático no permite».
Los ciudadanos son generadores y receptores de información, son capaces de convocarse por un tema y llegan hasta las puertas del sistema político y después de tocar el tambor y sacudir las banderas se van para su casa y lo que hicieron fue hacer ruido, porque el sistema no le abre las puertas, después vamos cada cinco años a pedirles el voto y luego gobernamos de espalda al ciudadano, y todos lo sabemos porque en la calle la gente no quiere a los políticos».
Infante se preguntó «¿Cómo es posible que estudie en una Universidad en la que nunca voy a estar presente físicamente, cómo es posible que trabaje con gente on line que posiblemente nunca conozca, que con tres números de una tarjeta de crédito puedo comprar un producto que está en Asia, pero no puedo decidir si quiero que cambie o no la normativa de la manzana de mi casa? algo está mal, el sistema político está mal, se ha aislado de la gente y la tecnología de hoy día permite que la gente participe» sentenció Infante.
En la oportunidad el curul señaló «queremos poner la banca a disposición de la gente, queremos actuar en función de lo que la inteligencia colectiva opine».
Para esto Infante presentó una aplicación, que permitirá que el ciudadano vote por medio de dicha plataforma y en función de lo que opine la mayoría, el edil votará o no el proyecto que se esté discutiendo.
Por ejemplo si la Junta debe expresarse sobre un cambio de normativa, el edil abrirá a votación ese tema y los ciudadanos que quieran opinar podrán hacerlo y si el porcentaje mayoritario opina que el voto de Infante deba ser negativo, así lo votará el curul, aunque todo su partido piense lo contrario.