Hay niños y adolescentes más bajos, más altos, más o menos delgados. Los que usan lentes, los que se movilizan según sus características, los que hacen deportes con más o menos facilidad, los que aprenden a su ritmo a su tiempo. Y cada uno es diferente. Y eso es uno de los valores importantes de la sociedad, la diversidad.
Los mayores somos responsables de transmitir esto a los más chicos, nadie tiene que ser igual a nosotros, cada uno tiene sus características y no es menos, ni más que los demás, solamente es como es.
Padres, madres, profesores, maestros, medios de comunicación, no podemos fallar en esto, NI UN BULLYING MÁS, ni un niño más o adolescente sufriendo por ser como es.
No podemos permitir que niños sufran un acoso por culpa de nosotros, los mayores, los responsables. Porque el acosador muchas veces es el reflejo de lo que le hemos enseñado.
Es a lo que invitamos desde Revista Cero, a que los responsables de educar, a los mayores, a los padres, a los educadores, que no escatimen tiempo para enseñar y poner en el lugar del otro para entender su realidad, que puede ser diferente pero no por eso debemos hostigarlo, al contrario, tenemos que generar consciencia e insistir con esa palabra tan usada moralmente o para ser socialmente correctos, pero poco aplicada, empatía.
Y a quienes ya realizaron ese trabajo de combatir el bullying con educación, los saludamos y les pedimos redoblar esfuerzos en esa materia.
Hoy nuestro hijo puede ser el acosador, pero también puede ser la víctima, si es que en realidad, los dos no son víctimas.
Ni un bullying más.