En las últimas horas REVISTA CERO accedió a la versión de un grupo de jóvenes de San Carlos que denunciarán a efectivos policiales de la seccional segunda de policía por «torturas». Según la historia de Lucas González, todo comenzó a la hora 18:50 del pasado 7 de Junio.
«Eduardo Javier González, mi hermano, se trasladaba en una moto con irregularidades, la cual no contaba con libreta de conducir ni tampoco luces delantera ni trasera» dice en el inicio de la nota enviada a REVISTA CERO.
«El mismo fue abordado por un móvil policial del Pado, el cual venía ya previamente con las luces encendidas (en referencia a un llamado previo que mantenía) y no dio orden de detención para que se detuviera. Él se detuvo en mi domicilio, enfrente de mi casa. La cual está dividida con un muro divisorio el cual marca la propiedad privada. En primera instancia, visualizamos por las cámaras de seguridad que un móvil policial estaba en mi domicilio. Lo cual estaba solicitando identificación del vehículo, y documentación de la persona (Todo esto sin haber dado orden de detención) el cual, yo le solicito al personal policial que se identificara. En primera instancia, el personal policial femenino (A cargo del procedimiento) me indica lo siguiente: “no te pongas bravo que llamo apoyo y los llevo a todos detenidos”. Lo cual, es una amenaza clara y agravante del problema» dice la nota enviada a este medio.
También agrega que «yo le indiqué que lo hiciera, ya que como civil tengo derechos que me ampara la ley. Ahí se intensificó todo el problema, puesto que el personal policial nos solicitó identificación sabiendo que nosotros no cometimos ningún delito en flagrancia ni teníamos orden de detención. En ese momento, vimos que mi madre estaba sufriendo una especie de ataque de ansiedad, lo cual accedimos a entregar el vehículo, tal cual se puede visualizar en la cámara, que yo le indique que se la lleve. Ahí, el personal femenino solicita apoyo con prioridad. Cuando el personal policial masculino visualiza que llegan más unidades, me agarra por la parte de atrás, subiendo al porche y arrastrándome hacia la calle. Ahí, el personal masculino que me arrastró, intentó lanzar una patada hacia mi cabeza por lo cual mi hermano intervino y no se produjo dicha agresión. Ahí se armó una especie de disuasión para evitar cualquier tipo de agresión tanto para nosotros como para el personal policial. En la misma disuasión, el personal policial interviniente, indica que yo inicie dicha agresión. Ahí fuimos todos esposados, previamente fuimos agarrados del cuello y los brazos para ser esposado en el lugar. También recibimos patadas por la parte baja por los mismos efectivos policiales que nos detuvieron. Sin antes habernos indicado cuál fue el motivo de detención ni leernos nuestros derechos».
Los jóvenes tienen en su poder un video del momento de la detención que será presentado como parte de la denuncia.
«Como se puede visualizar en dicho video, la funcionaria policial que me estaba esposando. En reiteradas ocasiones me lanzó puntazos de pies en la parte baja de la rodilla. Ahí fuimos llevados todos a diferentes móviles, el cual como se escucha en dicho video mi hermana solicitó a los funcionarios policiales que llamaran a emergencia, ya que a mi madre estaba sufriendo algún tipo de ataque. A la omisión de asistencia por parte del personal policial, la misma le indicó lo siguiente: “si le llega a pasar algo, van a ser responsables ustedes HDP”. Ahí, el personal femenino le pega un “manotazo” y la empuja hacia la parte de atrás, la cual ella reacciona a la agresión en legítima defensa. En esa instancia, varias funcionarias femeninos se le lanzaron y le pusieron el brazo en el cuello, hasta que ella le indicó que no podía respirar. Ahí, mi madre salió con un cuchillo para autoeliminarse al ver que a sus hijos los estaban golpeando y amenazando en reiteradas veces. Ya que sufre, depresión severa. Mi hermana consta con lesiones a la altura del rostro y parte del ojo debido a la agresión. Ahí fuimos llevamos directamente a diferentes móviles policiales, la cual se me acerca una funcionaria policial amenazando con las siguientes palabras: «cuando lleguen a la dependencia policial los voy a ahorcar con un palo». En ese momento, llega la policía de investigación, el cual el funcionario policial que consta con un gorro negro y vestimenta oscura, se le acerca a mi hermano (quien era el propietario del vehículo, a amenazarlo que lo matará a palos en la comisaría tal cual se ve en el video en reiteradas veces). En ese procedimiento, mi padre quien fue aprendido en el lugar por policía republicana, se le acerca un funcionario policial, y lo agarra por la parte del cuello y lo empezó a ahorcar. Lo cual mi padre le intenta sacar el brazo, y ahí un funcionario policial le abre fuertemente la pierna derecha y él se cae hacia atrás».
En la nota recibida en REVISTA CERO se agrega que «en ningún momento se opuso resistencia, tal cual se ve en el video, antes de ser trasladado un funcionario de lente le indica a la republicana que aún no lo lleve a la dependencia policial y que le dé algunas vueltas por san Carlos. En el video se ve que le indica con la cabeza, que aún no lo lleve, y el cual manifiesta lo indicado previamente. Ahí, él estuvo dando vueltas por San Carlos durante aproximadamente 20 a 30 minutos. En la cual, ahí fuimos trasladados a la comisaría nosotros 3. En la cual, en la dependencia policial fuimos torturados, verdugueado, amenazados de muerte. En primera instancia, fuimos llevados a un lado oscuro, la cual hace referencia al patio trasero de la comisaría. Ahí, llegaron aproximadamente unos 20 policías y 4 funcionarios de investigación. Un funcionario policial de investigación, el cual fue mencionado previamente (Gorrito negro, y vestimenta negra) se le acerca a mi hermano Agustín, a agredirlo físicamente con un golpe en el cuello. Lo cual estacamos todos esposados, y acorralados contra la pared, y no teníamos novedades de nuestro padre. Ya que se lo habían llevado y no lo ingresaron a la dependencia hasta 20 minutos después de la detención. El cual, mi hermano Agustín, quien fue agredido previamente por un policía de investigación, reaccionó en legítima defensa con una patada en la pierna para intentar alejar a dicho agresor, el cual ya nos había amenazado previamente con matarnos dentro de la unidad policial. Ahí, se acerca una funcionaria policial, el cual es reconocible en el video, ya que tiene teñido el pelo de rojo. Esa funcionaria me empezó a pisar los pies con las botas, para intentar conseguir que yo me ponga agresivo. Lo cual en todo momento intente alejarme, pero no logré hacerlo. Ahí, se acerca un policía, y le indica que a mi hermano lo meta para adentro. Y lo llevaron a un filo de la pared, y con la rodilla le presionó la sien hasta que mi hermano empezó a sangrar por la nariz y perdió el conocimiento. Previamente, le empezó a pegar puntazos de rodilla en la cabeza. Todo esto sucedió con las esposas puestas, y sin posibilidad de movilidad. Ya que en ningún momento opusimos resistencia, en esa instancia. Al ver que mi hermano se encontraba con un color de piel muy blanca, y sin conocimiento el agresor lo llevó hacia el hospital de San Carlos. Mientras mi hermano, propietario del vehículo y yo, continuábamos siendo verdugueado, y torturados psicológicamente y físicamente, con puntazos de pies y empujones contra la pared. En la cual, todos los funcionarios presentes, estaban visualizando y riéndose de la situación».
«En reiteradas veces, la funcionaria policial pelirroja estaba apretando el puño como modo de intimidación. En esa instancia, fuimos amenazados en reiteradas veces por algunos de los oficiales presentes. A todo esto, no estábamos ni como calidad de detenido, ni como calidad de demorado. Ya que nunca nos indicaron el motivo de detención. Tampoco fueron leídos nuestros derechos, no pudimos llamar a nuestra familia para saber su estado de salud, ni tampoco podernos contactar con un abogado representante. Ahí, llega mi padre. El cual previamente le habían dado vueltas por San Carlos, mientras nosotros fuimos torturados dentro de la dependencia policial. Ahí, mi hermano Agustín, quien previamente fue torturado en la dependencia, el mismo policía de investigación en patio de comisaría le ingreso los dedos de la mano, tipo gancho y le estiro la nariz todo hacia arriba, y fue ahí cuando él le presionó la sien y perdió mucha sangre. Todo esto fue esposado y sin resistencia alguna. Ahí otro funcionario policial de investigación, paró la agresión y lo llevó hacia un móvil particular, todo esto con perdida de conocimiento, lo cual fue trasladado hacia el hospital de San Carlos, el cual en el lugar el policía, quien anteriormente lo torturó le limpió la sangre y lo dejaron en el móvil particular aproximadamente unos 15 a 20 minuntos dentro del vehículo para que se recupere y vuelva a la comisaría sin atención médica» dice la carta enviada al WhatsApp de REVISTA CERO.
«Pero en ese momento, él empeoró la situación y empezó a convulsionar según le manifestó el funcionario policial de investigación al médico tratante. En esa instancia, se le acerca una enfermera del hospital y le pregunta que le sucedió aun con todas las lesiones, él seguía esposado en emergencia del hospital de San Carlos. La enfermera le consulta, en voz baja “que te sucedió muchacho”, a lo cual mi hermano lo comunica que la policía lo había golpeado en la comisaría. Ahí la enfermera le dice, “Bueno, cuando no la policía le pega a los detenidos”, como manifestando que no es la primera vez que tiene un caso similar. Ahí, le pasan calmantes por el gran dolor de cabeza que él manifestaba. Y ahí el policía de investigación aparta al médico y le indica que fue una detención policial y él se golpeó solo. Lo cual el médico indica lo siguiente en voz alta “y que querés que ponga”, y puso que fue una pelea, tal cual manifiesta dicha pruebas presentadas en la investigación. Lo dejaron aproximadamente 20 minutos hasta que se le pasara el dolor fuerte en la cabeza a causa de todas las torturas pasadas en esas instancias. En ese momento, él es trasladado hacia la dependencia policial con un montón de golpes en la cara, tal cual se ven las imágenes presentadas en la causa penal. En la dependencia policial, se encontraba un funcionario de alto cargo y no intervino en dicha agresión ni paró a sus subalternos. A todo esto, nos indicaron que nos tomarían la declaración en la parte delante de la comisaría. No podíamos comunicarnos con ningún abogado, no teníamos novedad de mi madre ni tampoco podíamos usar el teléfono. Dentro de la dependencia, un oficial de policía quien agarra del cuello a mi padre, nos manifiesta que solo podíamos estar 2 horas en la comisaría. Ya que no estábamos ni detenidos ni demorados por qué sus compañeros nos trasladaron hasta dicha unidad la cual estuvimos desde las 19 hs hasta las 12:30 aproximadamente detenidos, en ese lugar. Un oficial de policía, nos confirmó dentro de la unidad policial que hicieron un procedimiento equivocado, y nos aconsejaron declarar todo y sus palabras fueron las siguientes: “Nosotros reconocemos que hicimos un procedimiento mal, ustedes hagan las denuncias y que caiga quien tenga que caer. Confirmando que nosotros no deberíamos estar en ese lugar.
La historia continúa el día sábado 8 de junio sobre la hora 9.
«Mi hermana fue a radicar la denuncia por la agresión de la funcionaria policial hacia su persona, la cual constaba con lesiones a la altura del ojo y del rostro, y un funcionario policial que era partícipe de la agresión hacia nuestra persona, le dice lo siguiente: “¿querés que te meta presa como a tus hermanos?» a lo cual mi hermana le indica que lo haga, en esa amenaza, el policía se niega a tomarle la declaración y manifiesta que sin pruebas no puede tomarle la denuncia por la agresión de la funcionaria policial, misma funcionaria policial quien en el video de seguridad de mi domicilio la capto indicándole a la otra funcionaria policial que la va a matar. Sabiendo que las denuncias deben ser tomadas tal cual lo indica las leyes locales» según indica la carta enviada a REVISTA CERO.
*Las imágenes al igual que la historia han sido proporcionadas por los denunciantes y han autorizado a REVISTA CERO para la difusión de las mismas.