Familia de un paciente reclama atención urgente. «Está vivo, pero lo están dejando morir”

Desde el año 2017, Alcides Pascal, un conocido vecino de Maldonado y reconocido por su trayectoria como mecánico, ha atravesado un calvario médico que su familia califica como «abandono, negligencia y deshumanización del sistema de salud».

En una carta enviada a REVISTA CERO la hija señala que «todo comenzó con una cirugía por un tumor agresivo en el Sanatorio Cantegril. Según la familia, los médicos aseguraron que no habría crecimiento significativo del tumor en al menos una década. Sin embargo, apenas seis meses después, una resonancia de control reveló que el tumor se había duplicado. Desde entonces, se sucedieron cinco cirugías —la última en 2020— sin un tratamiento efectivo que ayudara a frenar el avance» según la nota enviada a REVISTA CERO.

En esa última intervención «la administración de una medicación no prescrita, ya que en la historia clínica no consta, pero sí en todos los apuntes de su esposa, porque ella apuntaba cada procedimiento, medicación, etc. que le hacían en una agenda. Absolutamente todo, persona que entraba, persona que apuntaba y todo lo que hacían con él. Luego de pasar unos meses en su peor estado físico y psíquico porque él quedó con muchas secuelas, él no hablaba, no se movía, no podía ni levantar sus miembros, absolutamente nada, le mandaron hacer radiocirugía, porque resulta que el tumor ya tenía dos remanentes más, siendo que eso se tendría que haber echo antes de las operaciones, y no dicho por nosotros, sino por los médicos de la clínica de Montevideo: COR. Y para estar más seguros de que no habían hecho tan bien las cosas, por la cuenta de ellos se fueron a el Sanatorio Puigari en Argentina, y les dijeron claro que había sido una mala praxis y que el tratamiento tendría que haberse echo antes de las cirugías».

También se agrega que «el 14 de julio del 2020 le hicieron la primera aplicación, fueron 5 aplicaciones, en uno de los remanentes que quedó y le volvieron hacer el 26 de agosto 2021, 5 aplicaciones más en el otro remanente que quedó.  Desde ese momento hasta ahora, año 2025, han probado con él como conejillo de indias, mil medicaciones que le caían mal, la fisioterapia fue en decadencia hasta llegar a su ausencia hace mucho tiempo, se le diagnostica dolor crónico, se lo envía a terapia de dolor, se le administran varios fármacos, pero nada funciona, lo que resulta una pelota rebotando entre ellos, que se tienen que reunir, que hay reunión, que veremos qué hacemos con usted Pascal, sin contar todo lo que le decía el médico que hasta molesto parecía». 

En la carta a REVISTA CERO la hija agrega «yo soy su hija, antes de que pasara todo esto me radiqué en España con mi esposo y 4 hijos, he viajado y me encontré a otra persona, a una persona que no parecía mi padre, un hombre conocido como uno de los mejores mecánicos de Maldonado, lo conoce mucha gente, trabajador, luchador, nunca deudor, siempre pagaba sus impuestos y mantenía su cuentas al día, él no reclama dinero, el paga una cuota todos los meses a una mutualista, que es el Sanatorio Cantegril, donde ejercí y trabajé muchos años como enfermera y pude ver parte de sus inicios con ese tumor como mi propio paciente, pero agradezco no haber sido cómplice de esta persona tan negligente en ese momento, porque no sé realmente cómo hubiera reaccionado. Gracias a eso hoy decido cambiar de profesión, yo no quiero ser cómplice ni rata de experimento de gente que tantos años de su vida se pasaron estudiando para olvidarse de lo más importante que existe en una persona cuando entra a una sala de consulta: LA HUMANIDAD Y EMPATIA» recalca la mujer en su nota. 

«El no pide dinero, no pide más de lo que le corresponde como ciudadano, como persona, y más con lo vulnerable que es en este momento, el pide AYUDA! Calmar su dolor, poder dormir sin quejarse de dolor, de no pensar en cómo se despertará en unas horas porque ya sufre por adelantado. ¿Están esperando que se muera para que sea uno menos? Necesita acompañamiento, calmantes, que estudien su caso, para también ayudar a otras personas con este problema, que no sea un gasto para la sanidad. Necesita calidad de vida, que lo acompañen y que lo alivien. Ni un animal merece este tipo de abandono» dice la hija desde España y agrega «está vivo, pero lo están dejando morir”.

Revista Cero se comunicó con referentes de las relaciones públicas del sanatorio, para conocer la versión del nosocomio, pero por el momento no han surgido novedades.

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